En las últimas horas se tomó conocimiento
del fallecimiento de un bebé de ocho meses, a raíz
de la enfermedad m de Kawasaki -estrechamente
ligado a virus COVID-19- convirtiéndose en la víctima
más joven del extraño síndrome infantil en el Reino Unido.
Se trata de Alexander Parsons, quien no padecía
problemas de salud subyacentes, y murió después
de ser internado en el Hospital Derriford de la ciudad
de Plymouth (Inglaterra), el pasado 6 de abril, tras sufrir
un aneurisma cerebral.
El menor fue diagnosticado con la enfermedad de
Kawasaki -que hace que los vasos sanguíneos de
todo el cuerpo se hinchen- después de desarrollar
una erupción cutánea, fiebre y ganglios linfáticos inflamados.
La criatura perdió la vida en los brazos de su mamá,
Kathryn Rowlands, de 29 años, quien aseguró:
«Nunca volverá a estar completa. No puedo
creer que lo haya estado embarazada más tiempo
que lo que mi bebé estuvo vivo», dijo consternada
al diario británico The Sun.
LA ENFERMEDAD
«Los médicos y enfermeras que lucharon
por salvar a Alex fueron increíbles, pero
si hubieran sabido más sobre el vínculo
coronavirus-Kawasaki, posiblemente
podrían haber hecho más», denunció la mujer.
Los científicos descubrieron que la enfermedad
podría estar ligada al coronavirus.
La muerte del bebé preocupó a pediatras, quienes
advirtieron que tras la pandemia, en el Reino Unido
se duplicaron los casos de síndrome de Kawasaki en niños.
Se cree que el síndrome podría desencadenarse por una
reacción al virus SARS-CoV-2. Los médicos incluso le
dieron a la condición mortal un nuevo nombre, PIMS-TS.
Fuente: Diario Crónica/Argentina