En la ciudad de Quevedo, Ligia Andrade asegura haber vivido uno de los peores días de su vida el pasado 10 de abril,
cuando su esposo, Guillermo Ciro, falleció por falta de oxígeno en el hospital Sagrado Corazón de Jesús de Quevedo.
La adolorida e indignada mujer expuso su amarga experiencia a través de redes sociales
el sábado 11 de abril, en este espacio se desahogó y denunció que, pese a las súplicas de ella
y su pareja, ni médicos ni enfermeras brindaron asistencia oportuna a Ciro.
Andrade detalló que «me decían que ya lo estaba atendiendo y era mucha mentira».
Ella agradeció a las autoridades locales por haberle donado el cofre mortuorio y una bóveda.
Luego de la denuncia, el gobernador de Los Ríos, Camilo Salinas, se pronunció al respecto
y solicitó al director del hospital Sagrado Corazón de Jesús, Boris Daza,
que se investigue este caso de manera inmediata para corroborar su veracidad y
determinar acciones y sanciones legales contra los responsables.