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ESCUELA DETERIORADA Y SIN ENERGÍA ELÉCTRICA

ESCUELA DETERIORADA Y SIN ENERGÍA ELÉCTRICA

El cambio en la educación aún no ha llegado hasta la escuela Simón Aspiazu Brunis, situada en el recinto San Vicente, jurisdicción de la parroquia rural Caracol.

Y es que la infraestructura donde se educan alrededor de 30 menores, se encuentra deteriorada, tras ser azotada por las inclemencias del clima.

De hecho, una de las puertas se cae a pedazos, lo cual la hace vulnerable a las visitas de los ‘amigos de lo ajeno’, quienes por varias ocasiones, ante la falta de un cerramiento, han ingresado con facilidad para sustraerse algunos de los bienes del inmueble.

Sin energía

Fátima Reina mencionó que la unidad educativa, que es de mucha importancia para los recintos aledaños, no cuenta con energía eléctrica desde hace varios años.

“Lo que pasó fue que en época de invierno el río que se encuentra a unos 30 metros de la institución se desbordó, como todos los años, y el agua ingresó hasta las aulas del plantel y llegó hasta los cables, causando cortocircuito, de manera que los técnicos tuvieron que desconectar todo porque estaba peligroso. Desde entonces nunca vinieron a reconectar”, explicó.

Otra de las madres de familia, Gloria Moreira, indicó que se han cansado de solicitar que la energía se restablezca en el plantel para facilitar métodos didácticos de aprendizaje para los pequeños, sin embargo, hasta la fecha eso ha sido posible.

Detalles

Rosaura Acosta indicó que se necesitan nuevos pupitres, pizarras y mantenimiento a la infraestructura en general, para que los estudiantes reciban las enseñanzas en un ambiente mucho más adecuado. La cancha de la escuela desapareció y la luminaria que está junto a la misma, no funciona.

No obstante, existe el temor de que las serpientes puedan afectar a los alumnos, pues junto al plantel existe una gran cantidad de maleza. “También solicitamos fumigación porque hay demasiados mosquitos y tenemos miedo que nuestros hijos resulten afectados con alguna enfermedad”, añadió la mujer.

Los padres de familia, en su mayoría jornaleros, con sus escasos y limitados recursos, tratan de hacer lo que más pueden, pero no es suficiente, por lo que piden la intervención inmediata por parte del Ministerio de Educación para cambiar la imagen de esta unidad.