Luego de retomar el diseño de su dispositivo lanzado en 2004, la compañía dio a conocer en Pekín (China) su primer teléfono con pantalla plegable.
Pese al secretismo de la marca y después de variasfiltraciones que prometían la llegada de su primer teléfono con pantalla plegable, Motorola presentó en Pekín su modelo Razr, una nueva versión del icónico V3 que lanzó hace quince años.
La compañía adaptó el diseño de su teléfono plegable original para incorporar una pantalla pOLED flexible, la ‘Flex View’, de 6,2 pulgadas en formato Cinemavision capaz de doblarse en el medio sin dejar espacios. Su resolución es HD de 2142 x 876 píxeles.
Incluye también una pantalla exterior interactiva de 2,7 pulgadas denominada “Quick View”, que promete ser útil a la hora de responder notificaciones y tomar “selfies” sin necesidad de abrir el dispositivo. Bajo esta pantalla se encuentra un sensor de huellas para desactivar el teléfono y la cobertura está hecha a prueba de salpicaduras.
Con este diseño, Motorola incursiona en el segmento de los teléfonos con pantalla plegable, al igual que otras compañías como Samsung y Huawei.
La cámara principal del Razr es de 16 MP e incluye un modo de visión nocturna con el que se espera dar claridad a las escenas en espacios con poca luz.
Motorola explica, además, que el teléfono utiliza inteligencia artificial para sugerir la configuración adecuada de la cámara según el entorno. La cámara frontal es de 5 MP.
El teléfono cuenta con una memoria RAM de 6GB y una capacidad de almacenamiento interno de 128 GB. En términos de energía, el Razr tiene un procesador Qualcomm Snapdragon 710 Octa-core a 2,2 Ghz.
Si bien hay novedades en la cámara, el dispositivo es, sobre todo, una apuesta de Motorola por la portabilidad del teléfono y por un diseño plegable que revive su modelo clásico.
Según la compañía, el Razr estará disponible solo en color negro a partir de enero de 2020. Como era de esperarse, no será nada barato: su precio será de US$1.499, unos $5 millones.
