Luego de que finalmente el Consejo Nacional Electoral (CNE) notificara los resultados oficiales de las elecciones del 7 de febrero, el juez Juan Paredes dictó la providencia para que se reactive el arresto domiciliario que tenía el expresidente Abdalá Bucaram Ortiz por varios procesos judiciales.
Al no ganar ninguna curul en la Asamblea, el exmandatario perdió la ‘inmunidad’ que le otorgaba el artículo 108 del Código de la Democracia, que establece que los candidatos “no podrán ser privados de la libertad ni procesados penalmente desde el momento de la calificación hasta la proclamación de resultados ni enjuiciados, salvo los casos de delito flagrante, delitos sexuales, violencia de género e intrafamiliar. Proclamados los resultados, podrán activarse procesos penales contra ellos, y solo los candidatos ganadores gozarán de fuero de Corte, excepto en delitos de violencia intrafamiliar que no se reconoce fuero alguno”.
El expresidente de la República guardó arresto domiciliario hasta enero, cuando el juez Paredes le concedió el habeas corpus que le permitió ser candidato, sin éxito.
Bucaram Ortiz es investigado por el presunto delito de delincuencia organizada por la venta irregular de insumos médicos durante la pandemia del COVID 19, junto a su hijo Jacobo, por la sospecha de tráfico de bienes patrimoniales y tráfico de armas.
Esta semana deberán reactivarse esos procesos en su contra.
En el caso de delincuencia organizada, que se investigó en Quito, hace tres semanas se sentenció a cinco años de prisión a dos agentes de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) por participar en la venta ilegal de pruebas de COVID-19.
