#Quevedo | La parroquia rural La Esperanza, en Quevedo, vivió este martes una jornada considerada “histórica” por sus habitantes, con el inicio oficial de los trabajos para la construcción de un nuevo pozo de agua subterránea, una obra prioritaria para resolver la crisis de desabastecimiento que la comunidad enfrenta desde hace dos meses.
El acto contó con la presencia del alcalde de Quevedo, Alexis Matute; la presidenta del GAD Parroquial, representantes de la empresa contratista, dirigentes comunitarios y ciudadanía. La ceremonia incluyó la colocación de la primera piedra, que marca el inicio de un proyecto esperado por más de 7.200 familias.
Una obra urgente tras el colapso del pozo número 2
“Hoy iniciamos una obra que traerá tranquilidad a las familias esperanceñas”, señaló, agradeciendo la gestión municipal para financiar la perforación del nuevo pozo.
Detalles técnicos del proyecto
Coraima Zambrano, representante de la empresa constructora, explicó que el nuevo pozo tendrá 125 metros de profundidad, tubería inoxidable y un sistema de bombeo modernizado con una bomba de 60 HP, capaz de producir aproximadamente 1.550 galones por minuto.
La producción, según detalló, duplicará la capacidad anterior y beneficiará a 1.800 predios, es decir, unas 7.200 personas.
Vocerías ciudadanas: “El mejor regalo para la parroquia”
La presidenta de la Asamblea Local Ciudadana, Miriam Morales, calificó la puesta en marcha del proyecto como “el mejor regalo de Navidad” para La Esperanza.
Alcalde Matute: llamado a corresponsabilidad
Durante su intervención, el alcalde Alexis Matute anunció que la obra deberá entregarse en 119 días y destacó que el nuevo sistema permitirá alcanzar un caudal de 35 litros por segundo, casi el doble del actual.
La autoridad también hizo un llamado a la responsabilidad ciudadana respecto al pago del servicio de agua potable.
“En La Esperanza existen cerca de 1.600 conexiones, pero solo 700 están registradas y menos de 400 pagan. No es sostenible”, advirtió.
El alcalde insistió en que el cobro no corresponde al agua como derecho, sino al proceso de potabilización y distribución. Además, se refirió a los procesos de coactiva que se aplican a usuarios con deudas superiores a ocho o diez años, enfatizando que la ley permite solicitar prescripción para cancelar únicamente los últimos cinco.
“Vamos a tomar decisiones técnicas y coherentes, aunque sean impopulares. La ciudad necesita orden”, afirmó.
El Municipio pidió a los medios de comunicación realizar seguimiento periódico al avance del proyecto, considerado fundamental para la estabilidad del sistema de agua potable en esta parroquia rural.
La comunidad, por su parte, espera que los trabajos inicien de inmediato y que el nuevo pozo permita superar una de las problemáticas más críticas de los últimos años.
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